sábado, 20 de noviembre de 2010

El campo magnético de la Tierra influye en los sueños

Según publica la revista la revista New Scientist, una reciente investigación sugiere que el campo magnético terrestre influye en nuestro sueño.
Se han analizado registros durante 8 años que permiten observar una correlación entre los sueños más extravagantes y los extremos locales en la actividad geomagnética.
Junto con esta investigación, otros estudios han demostrado la relación entre la baja actividad geomagnética y el aumento en la producción de melatonina, una potente hormona que ayuda a configurar el reloj circadiano del organismo.
Tras varios análisis, el director del estudio Lipnicki, descubrió una correlación estadística entre los sueños extravagantes y la actividad geomagnética, con sueños raros que ocurren en días con una menor actividad geomagnética.

Subida por: Imanol

El primer robot flexible



Un robot que imita la estructura muscular de un pulpo es el nuevo “juguete” creado por ingenieros de la Scuola Superiore Sant'Ann.
Sería el primer robot “invertebrado”, es decir, sin un esqueleto sólido. El proyecto ha sido bautizado como Octopus, y recibe una subvención de la Unión Europea de 10 millones de euros.
En la revista Bioinspiration and Biomimetics podéis ver el artículo con la descripción del diseño. Para lograr esta flexibilidad se usan anillos de silicona para copiar sus músculos transversales, mientras que para imitar los longitudinales usarán un polímero que reacciona a una corriente eléctrica, gracias a lo cual se podría contraer como el tentáculo de un pulpo.
El gran problema de los robots dirigidos por control remoto bajo el mar es su ineficacia para llegar a recovecos rocosos o a intrincadas formaciones coralinas, por lo que este robot abriría una posibilidad hasta la fecha infranqueable.
A pesar de las buenas intenciones de estos investigadores los expertos de la revista New Scientist, dudan mucho de que realmente se pueda imitar la increíble capacidad de estos animales para sacar el máximo partido a su fenomenal anatomía.
Por el momento, no se ha construido el tentáculo, pero ha desarrollado un simulador mecánico que imita las fuerzas que produce el polímero electro activo. Sin duda, estamos ante un reto apasionante.

Subida por: Imanol

Los planetas y sus satelites

Los satélites naturales

Como mencionamos, además de los planetas principales, el Sistema Solar está compuesto por muchos más cuerpos celestes. Alrededor de la mayoría de los planetas giran satélites, de manera similar a la Luna en torno de la Tierra. En Astronomía, el término satélite se aplica en general a aquellos objetos en rotación alrededor de un astro, este último es de mayor dimensión que el primero; ambos cuerpos están vinculados entre sí por fuerzas de gravedad recíproca.
Existe una diferenciación entre satélites naturales y artificiales. Los artificiales son los construidos por el hombre, y por lo tanto es factible, de alguna manera, de modificar su trayectoria. En las últimas décadas se han puesto en órbita una gran variedad de satélites artificiales alrededor de la Tierra y también de varios planetas.
Un satélite natural, en cambio, es cualquier astro que se encuentra desplazándose alrededor de otro; no es factible modificar sus trayectorias artificialmente.
En general, a los satélites de los planetas principales se les llama lunas, por asociación con el nombre del satélite natural de la Tierra.
Los diferentes planetas poseen distinta cantidad de lunas. El número total en el Sistema Solar es alto y aún se considera incompleto, ya que se continúa encontrándose nuevas lunas. No se conocen lunas en Mercurio ni en Venus y tampoco ningún satélite que posea una luna.
A pesar de estar acostumbrados a que la visión de nuestra Luna como un cuerpo esferoidal, debe pensarse que, en general, los satélites de los planetas principales pueden ser bien diferentes, presentar formas irregulares o ser sumamente achatados.
Las lunas de los planetas se mueven alrededor del mismo soportando diversas fuerzas; si los planetas fueran esferas perfectas, se desplazarían en órbitas perfectamente elípticas. Como los planetas están deformados a causa de su rotación, presentan un abultamiento ecuatorial. Este efecto, conjuntamente con las fuerzas de atracción de otras lunas del mismo planeta y la acción gravitatoria del Sol, determinan que cada satélite posea un movimiento complejo denominado movimiento perturbado.

Características principales de los planetas del Sistema Solar



Planeta
Diámetro
ecuatorial
Masa
Radio
orbital (
UA)
Periodo
de rotación
(días)
0,382
0,06
0,38
0,241
58,6
0
0,949
0,82
0,72
0,615
243
0
1,00
1,00
1,00
1,00
1,00
0,53
0,11
1,52
1,88
1,03
11,2
318
5,20
11,86
0,414
9,41
95
9,55
29,46
0,426
3,98
14,6
19,22
84,01
0,718
3,81
17,2
30,06
164,79
0,6745



Características principales de los planetas enanos del Sistema Solar
Los datos se expresan en relación a la Tierra.


Planeta enano
Diámetro
medio
Diámetro
Km
Masa
Radio
orbital(
UA)
Periodo
de rotación
(días)
0,074
952,4
0,00016
2,766
4,599
0,3781
0
0,22
2302
0,82
39,482
247,92
-6,3872
0,09

0,0007
43,335
285,4
0,167
0,12

0,0007
45,792
309,9
 ?
0
0,19
2398
0,0028
67,668
557
 ?


Cuerpos menores del sistema solar

Planetas menores o planetoides.


Diámetro
ecuatorial
Masa
Radio orbital
(
UA)
Periodo
de rotación
(días)
0,066 - 0,148
0,000 10 - 0,001 17
39,47
248
 ?
~0,083
0,000 10 - 0,000 21
39,49
248
 ?
0,0745
 ?
43,102
283
 ?

0,066 - 0,097
0,000 05 - 0,000 33
43,129
283
0,132 o 0,264
0,078 - 0,106
0,000 17 - 0,000 44
43,376
285
 ?
0,093 - 0,141
0,000 14 - 0,001 02
502,040
11500
20



Respecto al origen de estos astros se han sugerido diferentes teorías: (a) se formaron junto con el planeta principal; (b) se desprendieron del planeta principal a lo largo de su evolución; o bien (c) se trata de un cuerpo capturado por el planeta principal (por ejemplo Febe en Saturno, o bien Fobos y Deimos en Marte).
Como también se ha verificado que existen asteroides que tienen su propia luna, por ejemplo, Herculina, un planetita de 217 Km. de diámetro con una luna de apenas 50 Km. Hay quienes sospechan que el propio Plutón y su luna, son en realidad dos asteroides bastante grandes muy alejados del resto, en los confines del Sistema Solar.
El análisis detallado de las fotografías y los datos astrofísicos enviados por naves espaciales, han mostrado que los satélites son cuerpos opacos y sólidos, muy diferentes unos de otros. Algunos de ellos son tan grandes como el planeta Mercurio.
Excepto nuestra luna, los satélites planetarios no son visibles a simple vista y sólo las cuatro mayores lunas de Júpiter, cuyos nombres son Europa, Io, Calixto y Ganímedes, se pueden observar a través de binoculares o con un pequeño telescopio. Los restantes satélites precisan de poderosos instrumentos para ser detectados.
Resumiendo:
Las lunas, también llamados satélites, se muestran en muchas formas, tamaños y tipos. Por lo general son cuerpos sólidos, y muy pocos tienen atmósfera. La mayoría de las lunas de los planetas se formaron probablemente a partir de las acumulaciones de gas y polvo que circulaban alrededor de los planetas del primigenio sistema solar.
Los astrónomos han encontrado al menos 145 satélites en órbita planetaria en nuestro sistema solar. Este número no incluye a las seis lunas de los planetas enanos, ni tampoco los pequeños satélites que orbitan algunos asteroides y otros objetos celestes. Otras 22 lunas están a la espera de ser confirmadas oficialmente su descubrimiento.
De los planetas terrestres (rocosos) del sistema solar interior, ni Mercurio ni Venus tienen lunas, la Tierra tiene una, Marte tiene sus dos pequeñas lunas. En el sistema solar exterior, los gigantes de gas Júpiter y Saturno y los gigantes de hielo Urano y Neptuno, tienen numerosas lunas que los orbitan. A medida que estos planetas crecieron en el sistema solar primitivo, fueron capaces de capturar objetos con sus grandes campos gravitatorios, de ahí esa gran cantidad de cuerpos orbitándolos.
La Luna de nuestro planeta probablemente se formó cuando un gran cuerpo del tamaño de Marte colisionó con la Tierra, expulsando una gran cantidad de material hacia la órbita del planeta. Escombros de la primitiva Tierra se habrían acumulado y formado el cuerpo de nuestro satélite. La Luna tiene alrededor de 4,5 millones de años (la edad en la cual se han datados las rocas lunares más antiguas de que se disponen). Doce astronautas norteamericanos desembarcaron en la Luna durante el programa Apolo de la NASA desde 1969 hasta 1972, transportando de vuelta muestras de rocas que han permitido un estudio más cercano y preciso de nuestro satélite.

Por lo general el término “luna” trae a la mente un objeto esférico, como se es la Luna de la Tierra. Sin embargo, las dos lunas de Marte, Fobos y Deimos, son diferentes. Si bien ambos tienen órbitas casi circulares y viajan próximos al plano ecuatorial del planeta, son desiguales y oscuras. La lenta órbita de Fobos podría aproximarlo a Marte y estrellarlo contra el planeta en 40 ó 50 millones de años. O también la gravedad del planeta podría romper a Fobos, creando un delgado anillo de materia orbitando alrededor de Marte.
Júpiter tiene 49 lunas conocidas (más de 13 están en espera de confirmación oficial), incluyendo la mayor luna del sistema solar, Ganímedes. Muchas de las lunas de Júpiter tienen órbitas muy elípticas, y con órbitas invertidas (al contrario que la rotación del planeta). Saturno, Urano y Neptuno también tienen algunas lunas irregulares, que orbitan lejos de sus respectivos planetas.
Saturno posee 53 lunas conocidas (más de 9 están en espera de confirmación oficial). Los trozos de hielo y rocas en los anillos de Saturno (y las partículas en los anillos de los otros planetas exteriores) no se consideran lunas, sin embargo, incrustados en los anillos de Saturno existen distintas lunas. Estas lunas ayudan a mantener los anillos en línea. La luna de Saturno Titán, el segundo más grande del sistema solar, es la única luna que posee una atmósfera densa.
En el reino de los gigantes de hielo, Urano tiene 27 lunas conocidas. Las lunas interiores parecen tener cerca de la mitad de agua helada, y la otra mitad de roca. Miranda es la más inusual, su aspecto como hecho a trozos muestra las cicatrices de los impactos de grandes masas rocosas.
La luna de Neptuno Tritón es tan grande como el planeta enano Plutón, y tiene su órbita invertida en comparación con la dirección de la rotación del planeta. Neptuno tiene 13 lunas conocidas.
La gran luna de Plutón Caronte es aproximadamente la mitad del tamaño del propio Plutón. Al igual que la Luna de la Tierra, Caronte podría haberse formado de los desechos resultantes de una colisión con Plutón en los orígenes de su historia. En 2005, los científicos utilizando el Telescopio Espacial Hubble para estudiar Plutón, encontraron dos pequeñas lunas adicionales. Estas lunas muy diminutas son Nix e Hydra, y están de dos a tres veces tan lejos de Plutón como de Caronte, y son aproximadamente unas 5.000 veces más pequeñas que Plutón. Eris, otro planeta enano aún más lejano que Plutón, tiene una pequeña luna llamada Dysnomia. Otro planeta enano, Haumea, tiene dos satélites, Hi’iaka y Namaka.

Vida nuestro sistema solar

Según los científicos, a lo mejor no hace falta salir de nuestro sistema solar para encontrar vida extraterrestre; pero no en planetas, si no en satélites (lunas).

En uno de los satélites de Saturno llamado "Titán", puede existir vida, ya que dicen que está formado por mares y ríos de metano; y ya se sabe que es posible la vida en el interior de esa sustancia.

En uno de los 12 satélites que tiene Júpiter, llamado "Europa", dicen que existe un enorme océano debajo de una inmensa capa de hielo; en el cual, sería posible la vida de especies que ya pueblan nuestro planeta.

Según los científicos, en el universo hay unas cien mil estrellas (sólo un 4% del total) capaces de tener planetas a su alrededor con las condiciones físicas y químicas para la existencia de vida(y eso suponiendo que no puede existir vida en otras condiciones diferentes a las posibles conocidas).

No sabemos si existirá o no vida inteligente fuera de la Tierra pero lo que si es prácticamente seguro y es lógico pensar, es que si haya vida extraterrestre.


En nuestro planeta hay especies de animales que viven en condiciones que serian mortales para los seres humanos (bajo las capas de hielo en los polos, en desiertos, etc.)...y ¿por qué no van a poder adaptarse a otros climas? En esos satélites podría haber vida; no estoy diciendo que tenga que ser como la nuestra...pero es posible que exista

Subida por: Imanol