Aspecto del fósil |
El Liaoconodon hui presenta una peculiar estructura de huesos en el oído, más grandes que los actuales, con un cartílago osificado que ayudaba a tensar el tímpano. Estos huesos evolucionaron, reduciendo su tamaño, hasta convertirse en el martillo, el yunque y el estribo que se encuentran en torno al tímpano.
"Se ha estado buscando este espécimen desde hace 150 años", asegura el autor de este trabajo, Jin Meng, conservador del área de Paleontología del Museo de Historia Natural de EEUU. La primera teoría que planteó que la cadena de huesecillos que acompañan al tímpano de los mamíferos son los mismos huesos que completan la mandíbula de los reptiles la propuso Carl Reichert en 1837. Charles Darwin publicó El origen de las especies en 1859.
"Ahora tenemos la primera evidencia paleontológica clara que muestra la relación entre la mandíbula inferior y el oído medio", festeja Meng.
Subida por: Imanol
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