Telescopio Spitzer de la NASA ha desvelado nuevas evidencias de que se pueden generar planetas de las cenizas de una estrella muerta.
El telescopio infrarrojo monitorizó la escena alrededor de un pulsar, el remanente de una estrella explosionada, y encontró un disco circundante fabricado con los desechos expulsados durante los estertores de la agonía estelar. Los polvorientos escombros en el disco podrían, finalmente, agruparse para formar planetas. Esta es la primera vez que unos científicos han detectado materiales constituyentes de planetas alrededor de una estrella que pereció en una violenta explosión.
Otros firmantes del artículo son el autor principal Zhongxiang Wang y el coautor David Kaplan, ambos en el of Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Aleksander Wolszczan dela Universidad del Estado de Pensilvania encontró tres planetas orbitando a un púlsar denominado PSR B1257+12. Aquellos planetas de púlsar, de dos veces el tamaño de la Tierra , fueron los primeros planetas de cualquier tipo que se encontraron fuera de nuestro sistema solar. Los astrónomos desde entonces han buscado evidencias indirectas de que los planetas de púlsar nacían de un polvoriento disco de escombros, pero nadie hasta ahora había detectado directamente este tipo de disco.
Esta figuración artística representa un tipo de estrella muerta denominada púlsar y al disco de escombros que la rodea descubierta por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA. |
Otros firmantes del artículo son el autor principal Zhongxiang Wang y el coautor David Kaplan, ambos en el of Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Aleksander Wolszczan de
El púlsar observado por Spitzer, llamado 4U 0142+61, están a 13 000 años luz en la constelación de Casiopea. Una vez fue una estrella grande y brillante con una masa entre 10 y 20 veces la de nuestro Sol. La estrella probablemente sobrevivió durante 10 millones de años hasta que se colapsó por su propio peso hará unos 100 000 años y se disgregó en una explosión de supernova.
Algunos de los escombros, o 'disgregados', procedentes de la explosión se aposentaron eventualmente en un disco que orbita los encogidos restos de la estrella, o púlsar. El Spitzer fue capaz de reconocer el templado halo del disco de polvo con sus ojos infrarrojos buscadores de calor. El disco orbita a una distancia de alrededor de un millón de millas y probablemente contiene cerca de 10 masas terrestres de materiales.
Los púlsares son una clase de remanentes de supernovas, llamados estrellas de neutrones, que son increíblemente densos. Tienen masas de 1,4 veces la del Sol estrujadas en cuerpos de sólo
Cualquier planeta alrededor de estrellas que hayan producido púlsares habrá sido incinerado cuando las estrellas explosionaron. El disco de púlsar descubierto por el Spitzer podría representar el primer paso en la formación de un nuevo, más exótico tipo de sistema planetario.
Los planetas de púlsar deben estar bañados en una radiación intensa y deben ser muy diferentes de los de nuestro sistema solar.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro controla la misión del Telescopio Espacial Spitzer para el Directorado de Misiones Científicas de
Subida por: Imanol
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