miércoles, 30 de marzo de 2011

Diez países reclaman el 90% de las patentes de genes de origen marino

Las tecnologías ponen los recursos en manos de los países desarrollados

Un molusco nudibranquio capturado en las
profundidades del océano Índico,
durante la expedición Malaspina
Proyecto Genoma Humano.

 Los mares y océanos del planeta contienen más diversidad genética que la tierra firme y esta riqueza no ha pasado por alto a las empresas biotecnológicas que tienen potencial para explotarla. Así, la oleada de patentes ha llegado al agua y, aunque la presión sobre el material genético de los organismos marinos no es tan intensa como sobre el humano, las solicitudes de registro crecen un 12% cada año, según un nuevo estudio. "Diez países poseen el 90% de las solicitudes de patentes presentadas relacionadas con genes marinos, y el 70% se concentra en los tres primeros países de la lista [Estados Unidos, Alemania y Japón], explican Sophie Arnaud-Haond, Jesus M.Arrieta y Carlos M. Duarte en la revista Science. Completan la lista de los 10 Francia, Reino Unido, Dinamarca Bélgica, Holanda, Suiza (que ni tiene costa) y Noruega. En total, solo 31 de los 194 países del mundo tienen presentadas patentes.

En principio, solo son patentables las nuevas secuencias genéticas identificadas, especificando qué producen y qué función tienen, siempre y cuando sean utilizables para un propósito concreto, según explica el
Arnaud-Haond (Ifremer, Francia), Arrieta y Duarte (ambos del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares) han analizado la información de bancos de genes y han encontrado 677 solicitudes internacionales sobre genes marinos entre 1991 y 2009 (8.648 secuencias de 520 especies).

La biodiversidad es mayor en los mares y océanos que en la tierra, con 35 grandes grupos de animales, o phyla, en el agua, frente a 17. ¿Para qué valen sus genes? Los biólogos buscan en la riqueza genética recursos con muchas aplicaciones, desde moléculas útiles en la industria alimentaria, hasta procesos industriales -por ejemplo en biocombustibles- o nuevos fármacos como antiinflamatorios, antitumorales, analgésicos, etcétera, según recoge un informe de la Unesco sobre Recursos genéticos marinos. Pese a que se exploran los mares hace tiempo en busca de esos recursos, las patentes genéticas son un fenómeno relativamente reciente: el 95% de las solicitudes son posteriores a 2000, pero la perspectiva de negocio es notable.
La mayoría de las exploraciones se realizan en aguas territoriales, señalan, pero no hay que olvidar ni la movilidad de muchas especies ni el hecho de que las aguas internacionales suponen el 65% del océano.
Arnaud-Haond, Arrieta y Duarte alertan acerca de la necesidad de establecer un marco internacional que garantice el acceso equitativo a esta riqueza marina también a los países que carecen aún de las tecnologías necesarias. Piden que esos recursos se proclamen patrimonio común de la humanidad.
Duarte recuerda que la expedición oceanográfica Malaspina de circunnavegación, que él dirige, incluye la exploración de la diversidad genómica del océano que puede suponer el descubrimiento de millones de genes nuevos, muchos de los cuales podrían tener aplicaciones.

Subida por: Imanol

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