Los caballos aparecieron en América del norte hace unos 55 millones de años y, a lo largo del tiempo, aumentó su tamaño corporal, se redujo el número de dedos de sus pezuñas y desarrollaron dientes grandes. Su conclusión es que en la mayoría de las poblaciones más antiguas de caballos la presión para desarrollar molares cada vez más grandes fue débil, es decir, que a lo largo de esos 55 millones de años, los caballos, en términos evolutivos, lo han tenido fácil, con abundante alimento disponible durante la mayor parte del tiempo.
Uno de los fósiles de caballo utilizado en la investigación de desgaste de molares junto con la regla que permite medir la altura de la cúspide de los morales |
.
La mayor sorpresa ha sido descubrir que, aunque algunas de las poblaciones de caballos extinguidas tenían dietas extremadamente abrasivas (y su efecto se aprecia en los molares fósiles), durante la mayor parte del tiempo parece que los caballos lo han tenido sorprendentemente fácil, añade el investigador en un comunicado del Instituto de Tecnología de Nueva York, al que pertenecen dos investigadores del equipo.
Estos científicos han analizado 6.500 fósiles de 222 poblaciones diferentes de más de 70 especies extinguidas de caballos y dan a conocer los resultados de su trabajo en la revista Science.
"De acuerdo con los patrones de desgaste dental, hemos podido comprobar que las dietas de los caballos variaron al mismo tiempo que los cambios de la vegetación a lo largo de los últimos 55 años", comenta Florent Rivals, investigador del ICREA (Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados) en el Instituto Catalán de Paleontología Humana y Evolución Social. "Los primeros caballos (de tres dedos en la pezuña) vivían en hábitats muy cálidos, de tipo selva tropical y tenían molares adaptados para comer fruta y vegetación blanda", añade Rivals. "Como el clima en la tierra se enfrió, y como estos hábitats de selva fueron reemplazados por otros templados más boscosos, los caballos desarrollaron aristas cortantes en sus molares más adaptados para cortar hojas y vegetación más dura. En los últimos millones de años, se ha reducido notablemente el número de especies de caballos y la dieta es más restringida, dicen los investigadores, hasta el punto de afirmar que los caballos actuales no son en absoluto ejemplos típicos de la dieta de este grupo.
Subida por: Imanol
No hay comentarios:
Publicar un comentario