martes, 19 de abril de 2011

Antimateria, el mejor asesino de cáncer

La ventaja potencial de los antiprotones como recurso contra el cáncer radica en que su capacidad destructiva no proviene de la velocidad con la que viaja, sino que al encontrarse con el protón de la célula enferma se aniquilarían en un estallido de energía pura


ALTERNATIVA. Los resultados muestran
que los antiprotones son cuatro veces más
efectivos que los protones para destruir células vivas
 El Antiproton Cell Experiment (ACE) busca crear antimateria para aniquilar células cancerígenas en un estallido de energía pura que reduciría el daño en el tejido sano, de lograrlo millones de pacientes se verían beneficiados y dejarían las terapias tradicionales de quimio y radioterapia, informó la UNAM en un comunicado.
Diez centros de investigación de todo el mundo trabajan en el ACE, incluyendo biólogos, físicos y médicos coordinados por el Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) utilizando el Desacelerador de Antimateria que ya dio resultados de la capacidad de la antimateria para destruir tejido vivo en 2006, muestran.
"Los resultados muestran que los antiprotones son cuatro veces más efectivos que los protones para destruir células vivas.
La ventaja potencial de los antiprotones como recurso contra el cáncer radica en que su capacidad destructiva no proviene tanto de la velocidad con la que éstos viajan, sino a que al encontrarse el antiprotón del haz, con un protón de una célula cancerosa, ambos se aniquilan en un estallido de energía pura.
La energía producida durante la aniquilación es tan grande, que no sólo destruye a la célula bajo ataque, sino también a las células vecinas.
"Esto reduce significativamente el daño a las células a lo largo de la entrada del canal del haz de antiprotones, comparado con aquél de protones", explicó Michael Holzscheiter, vocero de ACE.

Alternativas actuales

.Las quimioterapias y la terapia de radiación con fotones de rayos X atacan tanto al tejido enfermo, como al sano; en ocasiones, el daño colateral en la batalla contra un tumor es tan grande, que constituye un riesgo muy importante para el paciente en tratamiento.
El haz de protones para destruir los tejidos cancerosos es ya un recurso altamente efectivo para evitar el daño a tejidos sanos porque, por un lado, éste puede condensarse mejor en un punto específico, en comparación con el haz de fotones de rayos X. Como el haz de protones es más "compacto", sus partículas se dispersan menos, evitando así el ataque a tejido sano.
El médico puede elegir a las células del tumor como los objetivos en los que los protones liberarán toda su energía.
La terapia con protones ya existe en varios hospitales del mundo. Hay nosocomios que ofrecen esta terapia en Rusia, Suiza, Suecia, Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Sudáfrica, Canadá, Alemania, Japón, Italia, China y Corea del Sur.
A pesar de que los protones son buen armamento contra el cáncer, la búsqueda de un recurso atómico que ataque sólo a las células tumorales continúa, de ahí la importancia del ACE.
Si bien el deterioro al tejido sano disminuye de manera importante con el uso de protones, éste todavía ocurre porque se requiere de una cantidad de protones importante para acabar con un tumor, y a mayor cantidad de protones, mayor es el riesgo de atacar una célula sana.
Una terapia que ha demostrado ser muy eficaz es el haz de iones de carbono, pues tiene las mismas ventajas que el haz de protones, pero lleva consigo una carga mucho mayor de energía.
"Con respecto a los protones, [el efecto de los iones de carbono sobre los átomos de una célula cancerosa] es tan denso, que puede inducir rupturas directas sobre sus múltiples hebras de ADN, lo que produce un daño irreparable [en la célula enferma]", dijo Braccini.
La capacidad destructiva de los protones y los iones de carbono proviene de la enorme velocidad a la que estos proyectiles atómicos "se estrellan" contra los átomos del ADN de las células.
La energía potencial que lleva el proyectil durante su viaje veloz, se libera casi en su totalidad cuando encuentra a los átomos del tejido enfermo. La energía que produce el choque es tan grande, que con frecuencia se logra destruir de manera permanente la información genética que toda célula necesita para funcionar y reproducirse.

Subida por: Imanol

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