domingo, 20 de marzo de 2011

Siete días en alerta nuclear por unos 'problemas de fontanería'

El reactor 3 de Fukushima, destruido y lanzando vapores. | AP
El reactor 3 de Fukushima, destruido y lanzando vapores
Medio mundo mira con preocupación a la planta atómica de Fukushima e intenta entender qué ocurre en esa instalación convertida en un foco de radiactividad. La mayoría de los problemas de Fukushima son de fontanería. Debido a la cadena de accidentes tras el terremoto, la central perdió la corriente eléctrica y el control del suministro de agua. Dejó de funcionar el circuito de tuberías y bombas que distribuye un agua que es esencial para mantener refrigeradas dos fuentes de alta radiactividad: el combustible del núcleo de los reactores y los residuos que se almacenaban en la parte alta del edificio de los propios reactores.
Recuperar el uso de esa fontanería y devolver el suministro eléctrico a la planta para accionar el bombeo es la clave para evitar que esos materiales se calienten más, se degraden y aumenten la emisión de vapores y gases radiactivos a la atmósfera. De momento ya lo están haciendo, y hay altas dosis, de hasta 400 milisieverts / hora (equivalente a 400 veces lo recomendable al año) en torno a los reactores 3 y 4.
El enemigo
Tanto el combustible del reactor como el combustible gastado o basura radiactiva de las piscinas tienen un gran calor de residual que llega a cientos de grados incluso años después. Deben estar siempre fríos y cubiertos de agua. Enfriarlos es ahora la gran batalla de Fukushima.
Cronología
Hay que unir los datos de la compañía propietaria de Fukushima, Tepco, y el Gobierno japonés a los informes del Organismo Internacional de la Energía (OIEA), los del Japon Atomic Industrial Forum (la patronal del sector nipón) y otras fuentes independientes. El Instituto Tecnológico de Massachusetts, que no tiene ninguna implicación con la emergencia, ha preparado sin embargo un estupendo trabajo sobre lo que está ocurriendo en Fukushima, con la ayuda de los ingenieros industriales de esa organización de investigación estadounidense
El terremoto
. A las 14.46, hora local (06.46 en España), del viernes 11, se registró un terremoto de 9 grados en la escala Richter. En ese momento, la planta de Fukushima (con seis reactores construidos por General Electric entre 1970 y 1978) respondió al protocolo e inició la parada. Los reactores 4, 5 y 6 estaban cerrados y sin combustible por mantenimiento. Se actuó por tanto en los números 1, 2 y 3, introduciendo en el núcleo las barras de control, que se añaden al combustible para frenar las reacciones en cadena. Eso ha resultado fundamental, pues al hacerlo se contiene la actividad y el calor del núcleo y, aunque este sigue caliente y hay que enfriarlo, no es tanto como si no se hubiera parado. En Chernobil, el accidente ocurrió con un núcleo en plena aceleración.
El terremoto no afectó a los edificios, pero tumbó el suministro eléctrico exterior. Se recurrió a los generadores diesel de emergencia. Fukushima tenía un dique para olas de dos metros y el tsunami alcanzó de cinco a 10.
Emergencia
Desprovistos de energía para accionar las bombas, los tres reactores cargados de combustible (el 1, 2 y 3) empezaron calentarse y a evaporar el agua de la vasija. Se generaron gases radiactivos en la vasija e hidrógeno residual, que fueron venteados hacia el edificio del reactor. Y también preocupa el reactor 3, porque en lugar de uranio, como el resto, tiene una mezcla de uranio y plutonio, un elemento dañino. Esta electricidad, si llegara, serviría para activar los sistemas de bombeo.
Las piscinas de residuos radiactivos
El miércoles 16 se hizo evidente que había otro problema aparte de los reactores. Las piscinas de combustible gastado, que en el diseño de Fukushima estaban encima del reactor y no en un edificio anexo, empezaron a calentarse por la falta de renovación del agua. Esa basura nuclear, expuesta al aire, emite materiales radiactivos más letales que los del núcleo, pues ya no es uranio, sino una mezcla de productos de fisión.
En las piscinas 5 y 6, se ha activado un motor diesel que está dando energía para aportarles agua. Sobre la piscina 1 y 2 no hay información. Y la emergencia está en las piscinas 3 y 4. Se ha intentado echarles agua desde helicópteros, pero se han retirado porque la radiación freía los aparatos.
Lo que puede pasar
La explosión del reactor al estilo Chernobil se descarta porque los de Fukushima tienen la estructura de contención que faltó en la planta ucraniana. Una fusión total del combustible que lo hiciera caer al fondo y traspasar la vasija (el llamado síndrome de China) tampoco se contempla.
Pero se teme que, si el núcleo sigue sin enfriarse, el calor agriete la contención y provoque fugas. Además, los residuos de la piscina, si no son tapados con agua, arderán y rociarán de alta radiación el ambiente.
Subida por: Imanol

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