Cangrejo de herradura (Limulus polyphemus), y artrópodo extinto (a la derecha), de hace menos de 500 millones de años y hallados en Fezouata |
Unos animales de hace casi 500 millones de años aclaran la evolución primitiva
Atrapados hace centenares de millones de años en capas y capas de sedimentos en el frío océano profundo del polo Sur, una amplia variedad de extraños animales marinos de cuerpo blando acaba de resurgir para la ciencia como fósiles muy bien conservados en las arenas del Sáhara. Los yacimientos de Fezouata, cerca de la ciudad marroquí de Zagora, están proporcionando un riquísimo muestrario de una fauna similar, aunque posterior en el tiempo, a la famosa de Burgess Shale (Canadá), retratada en el libro La vida maravillosa de Stephen Jay Gould, con sus exóticos Marrella, Opabinia o Hallucigenia.
Van Roy explicó a este periódico cómo va la investigación durante su participación en el Simposio Internacional sobre el Ordovícico (el periodo entre los 500 y los 435 millones de años en la historia de la Tierra ) que se celebró la pasada semana en Alcalá de Henares (Madrid), organizado por el CSIC y el IGME. Un congreso de éxito al que asistieron 120 especialistas de 24 países, que pudieron participar en tres excursiones de campo para ver algunos de los lugares de interés de esta época en la península Ibérica, como explica el presidente de su comité organizador, el paleontólogo Juan Carlos Gutiérrez Marco, que ha acompañado a Van Roy en alguno de sus viajes a Marruecos.
"Hablamos de fósiles de hace entre 480 y 472 millones de años, o sea al menos 30 millones de años posteriores a Burgess Shale", dice Van Roy, de la Universidad de Gante, que se inició en el tema al descubrir en una feria de fósiles en Bélgica un ejemplar que le llamó la atención. La edad indica que las comunidades del tipo de Burgess Shale no se restringieron, como se creía, a las primeras etapas del Cámbrico para luego desaparecer súbitamente, sino que pervivieron mucho más tiempo, convivieron con la fauna posterior y eran "el tipo de fauna normal de las profundidades marinas en todo el planeta", indica el investigador. Entonces Marruecos era un océano y estaba sobre el polo Sur.
Van Roy insiste en destacar la importancia de este experto autodidacta, sin educación formal, que hace años que guarda para los investigadores los mejores ejemplares que encuentra y les guía en sus expediciones, aunque no pueda firmar los artículos científicos.
Los ejemplares se exportan legalmente y se coleccionan en el museo Peabody de la Universidad de Yale, con el que trabaja Van Roy (además de con investigadores de la Universidad de Marraquech), aunque Marruecos tiene planes para mostrar parte de su gran patrimonio paleontológico. Los coleccionistas se los rifan.
"Los afloramientos de la época ocupan una extensión enorme y los sedimentos con abundancia de fósiles pueden llegar a los dos metros de espesor", explica el investigador belga, quien considera que le puede dedicar toda su vida, aunque, reconoce, "me gustaría hacer otras cosas".
Fezouata no es el único yacimiento que explora Van Roy en Marruecos. Cerca de Erfoud está el de Tafilalt, igualmente abundante, con fauna del tipo Ediacara (anterior al Cámbrico, de hace 570 millones de años). Estos son los fósiles que constituyen toda una industria en Marruecos, ya que se procesan para venderlos como mesas o incluso lavabos. Pero también otros se extraen con infinito cuidado artesano o se entregan a los investigadores para su estudio. Son restos de animales -algunos de cuerpo blando, otros no- que vivían en un ambiente marino de aguas someras.
La investigación de los restos de cuerpo blando arroja más luz sobre la evolución de la vida en la Tierra. Derek Briggs, de la Universidad de Yale, se plantea ahora, por ejemplo, si los dos eventos de diversificación más importantes, la explosión del Cámbrico y la subsiguiente Gran Biodiversificación del Ordovícico pudieran ser en realidad uno solo continuado.
Subida por: Imanol
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