lunes, 2 de mayo de 2011

Neurología del descanso



Hoy dormimos menos que hace unos años. En la década del 60  el promedio de horas de sueño era entre 8 y 9 horas. En 1997 el promedio había caído a 7 horas. En el 2004 se estimo que 1 de cada 3 personas adultas dormía menos de 6 horas cada noche. Dormir menos de 7 horas causa alta presión, problemas cardíacos y obesidad. Estos son los riesgos de dormir poco y mal.

Dormir mal o poco altera el balance hormonal de nuestro organismo, reduciendo la cantidad de leptina circulante (conocida como hormona de la saciedad). Pero dormir poco no solo es indirectamente proporcional a nuestro peso, sino que también trae aparejados otros problemas de salud como  presión alta, infartos, diabetes, trastornos de atención, problemas de memoria y depresión entre otras anomalías.
Un estudio publicado en Diabetes Care, realizado por Sleep Ahead determino luego de analizar 300 pacientes con diabetes de tipo 2, que el 86% de los mismos tenían apnea del sueño.
Según investigadores de la Universidad Laval, de Canada, el riesgo de que una persona desarrolle una diabetes tipo 2 o una intolerancia a la glucosa es 2,5 veces mayor entre quienes duermen menos de 7 horas cada noche.

El State college of Medicine de Hershey informo en un estudio sobre el sueño que dormir menos de 5 horas aumenta en un 500% el riesgo de sufrir hipertensión arterial. Si el sueño es de 5 a 6 horas ese peligro es del 350%. El mismo estudio relaciona el dormir poco con un aumento en la secreción de cortisol, la hormona de la alerta y el stress, que puede alterar la variabilidad en la frecuencia cardíaca.

De acuerdo al psiquiatra polaco Marcin Wojnar, “aquellas personas que tienen problemas de sueño son 2.6 veces mas propensas a pasar por intentos de suicidio que aquellos que tienen dificultades con el sueño”.
Si una buena noche de descanso puede fortalecer emocionalmente a una persona y ayudarla a afrontar los “desafíos” del día, la privación del sueño logra lo contrario: incrementa excesivamente la actividad en la parte del cerebro relacionada con la depresión, la ansiedad y otros trastornos psíquicos.

Las claves para dormir bien
  • Hacer ejercicios de forma regular
  • Evitar la cafeína y las bebidas alcohólicas antes de dormir
  • Establecer de un esquema de horarios que se repita diariamente, salvo excepciones.
  • No es recomendable dormir inmediatamente después de cenar
  • Evitar las comidas hipercalóricas, o abundantes durante la noche.
  • La cama, la almohada, la ropa con la que se duerme y la elección de una postura adecuada son fundamentales para dormir bien.
  • Ver televisión, preparar la agenda de el día siguiente, resolver problemas con la pareja y leer son actividades relacionadas con el estado de vigilia. Hay quienes se relajan con ellas, pero si usted las realiza y no descansa bien, entonces utilice su cama SOLO para dormir o para tener relaciones sexuales.
Subida por: Imanol

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