El oscurecimiento global es el término utilizado para describir la reducción gradual de la cantidad de luz solar que alcanza la superficie terrestre. Se cree que este fenómeno se produce por diferentes partículas que enviamos a la atmósfera producto principalmente de la combustión de combustibles fósiles.
Si bien el efecto varía de acuerdo a su localización, globalmente la reducción ha sido del orden de un 4% en tres décadas (1970-1990). Sin embargo, descontando una anomalía causada por la erupción del Monte Pinatubo en 1991, se ha observado un ligero cambio en esta tendencia.
El efecto fue detectado por primera vez por el científico ingles Gerry Stanhill mientras trabajaba en Israel. Comparando los registros de cantidad de luz solar actuales con los registrados en los años 1950, encontró que ésta se había reducido en una cantidad considerable. Al mismo tiempo, en diferentes lugares del mundo, a través de una metodología simple (evaporación del agua), se llegó a las mismas conclusiones.
Se estima que el llamado Oscurecimiento global se produce por la combustión incompleta de combustibles fósiles como el diésel y la madera los cuales liberan hollin en la atmósfera y también por el creciente uso de aerosoles. Al absorber la radiación solar, este fenómeno no solo oscurece la superficie terrestre, también oscurece la superficie del océano.
Las partículas contaminantes que emitimos a la atmósfera forman “gotas microscópicas” que se unen por coalescencia (al igual que el mercurio). Toda nube contiene un determinado número de estas partículas pero el incremento causado por la contaminación atmosférica ha hecho que haya más de la cuenta. El tipo de nubes resultantes son más blancas que las normales y reflejan mejor la luz solar como consecuencia ahora se devuelve al espacio más luz solar que antes. Las nubes funcionan como grandes espejos.
El oscurecimiento global crea un efecto de enfriamiento que ha podido llevar a los científicos a subestimar los efectos de los gases de efecto invernadero enmascarando parcialmente el calentamiento global.
Diferentes climatólogos han expuesto la teoría de que las estelas de las aeronaves (Chemptrails) también están implicadas en el oscurecimiento global, pero el flujo continuo de tráfico aéreo impide que esta hipótesis pueda ponerse a prueba. Durante los 3 días que siguieron al atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos, se pudo observar una variación de 1° C de temperatura en algunos condados del país. Esto sugiere que las estelas de las aeronaves podrían haber aumentado las temperaturas nocturnas y/o disminuido las diurnas en cantidades mayores de lo que se pensaba.
El oscurecimiento global puede haber causado cambios a gran escala en los patrones climáticos. Los modelos climáticos sugieren especulativamente que esta reducción de la luz solar en la superficie puede haber conducido a la falta de monzones en el África subsahariana durante los años setenta y ochenta, junto con las hambrunas asociadas, causadas porque la contaminación del Hemisferio Norte enfriaba el Atlántico. Esta idea no está universalmente aceptada y es difícil de probar.
Trabajos de investigación independientes en Israel y Holanda a finales de los años ochenta mostraron una aparente reducción de la cantidad de irradiación solar, a pesar de la extendida evidencia de que el clima realmente se está recalentando. Es difícil realizar medidas precisas, no obstante, el efecto está presente casi con total certeza.
Subida por: Imanol
No hay comentarios:
Publicar un comentario