domingo, 16 de enero de 2011

Pasteles en el cielo: ¿Una solución para el calentamiento global?

Si el calentamiento global se sale de control, ¿podrían 16 billones de pequeños discos reflejar suficiente luz solar como para enfriar el planeta?

A medida que la realidad del calentamiento global toma cuerpo, la búsqueda de soluciones ha comenzado. En primer lugar están las ideas para la conservación de energía y fuentes de energía no-carbónicas, tales como el viento y la energía nuclear.

Mucho más especulativos son algunos planes ambiciosos de parasoles de alta tecnología que bloqueen la luz solar antes de que llegue a este planeta.
El plan de Ángel se basa en un diseño primario realizado por James Early del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, pero reduce la masa desde 100 millones de toneladas a unos 20 millones de toneladas, algo que, según dice, podría ser concebiblemente lanzado desde
la Tierra.
El proyecto original propone un parasol gigantesco cerca del punto de Lagrange L1, a unos 1,8 millones de kilómetros sobre la Tierra.
Cada refractor tendría unos 5 micrones de espesor y pesaría 1,2 gramos.
En cada etapa, Ángel ha propuesto soluciones de alta tecnología para las tremendas dificultades. Una vez en su lugar, cada disco ubicaría su posición utilizando cámaras híper-miniatura que detectarían al Sol y a la Tierra. Delgadas lengüetas ajustables utilizarían la presión de la radiación solar necesaria para mantener la orientación y posición correctas del disco en el espacio.

Si los discos tuvieran superficies reflectivas serían rápidamente empujados hacia la Tierra por la presión de radiación solar, de modo que tendrán que ser diseñados para desviar la luz solar, y no para reflejarla. Como realizarían únicamente un pequeño desvío, los discos evitarían la mayor parte de la presión de radiación.

Con fondos provenientes del NIAC, dice Ángel, “hemos construido sobre cristal un elemento óptico prototipo, un holograma (refractivo) de un micrón de espesor... Ángel propone lanzar pilas de 800 000 discos desde un cañón de 2 kilómetros.

Como los cañones magnéticos son tan eficientes, la electricidad necesaria para 20 millones de lanzamientos, aún si es generada por el uso de combustibles fósiles, causaría únicamente un incremento mínimo del calentamiento global.
Ángel sugiere que el sistema total costaría cinco millones de millones de dólares.
“Probablemente presenta un número mínimo de efectos colaterales, simplemente baja el interruptor sobre el sol, no pone nada en la atmósfera”.
                           
                                                               
“¿Quién proporcionará los fondos? Con un mágico movimiento de manos, se gastan varios cientos de miles de millones, o varios millones de millones, de dólares. En general, la raza humana no procede así; generalmente sufre el dolor en lugar de gastar el dinero”.

Los espejos contendrían conjuntos fotovoltaicos, de modo que podrían bloquear la luz solar y enviar energía hacia la Tierra, las dos cosas al mismo tiempo.
Aunque la propuesta de refractores podría ser un gran acierto si el calentamiento global se nos escapa de las manos, Ángel espera que los seres humanos sean lo suficientemente listos como para diseñar formas menos radicales para confrontar al calentamiento.

Subida por: Imanol

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